Hugo "El loco" Gatti murió a los 80 años: gloria de Boca y Gimnasia
El exarquero de Boca, River y Gimnasia, famoso por sus atajadas audaces y su estilo único, falleció a los 80 años tras más de dos meses de internación. Fue desconectado del respirador luego de complicaciones derivadas de una fractura de cadera e infección.
Hugo Orlando “El Loco” Gatti, uno de los arqueros más icónicos de la historia del fútbol argentino, falleció este jueves a los 80 años tras una larga internación. Su salud se había deteriorado a raíz de una fractura de cadera sufrida durante un paseo con su perro, que se complicó con una infección intrahospitalaria. La situación derivó en una neumonía severa, insuficiencia cardíaca y renal, y un cuadro respiratorio irreversible.
El legendario arquero fue desconectado del respirador mecánico este domingo, una decisión tomada por su familia ante el diagnóstico médico que señalaba que no había posibilidades de recuperación. El parte del Hospital Pirovano confirmó que Gatti había permanecido en coma farmacológico durante más de sesenta días.
Nacido el 19 de agosto de 1944, Gatti fue mucho más que un arquero: fue una figura magnética, un personaje que desbordaba carisma dentro y fuera de la cancha. Su estilo arriesgado y provocador marcó una era. Jugaba adelantado, con los pies, salía a cortar como un defensor y revolucionó el puesto de arquero con su famosa tapada “la de Dios”, una maniobra en la que enfrentaba mano a mano al rival de rodillas, con los brazos abiertos y el pecho al frente.
A lo largo de su carrera, jugó en Atlanta, River Plate, Gimnasia y Esgrima La Plata y Boca Juniors. Con 765 partidos en Primera División, posee el récord de mayor cantidad de encuentros disputados en la historia del fútbol argentino. Además, comparte el récord de penales atajados (26) con otro histórico, Ubaldo Fillol.
Uno de los capítulos más memorables de su trayectoria tuvo lugar en La Plata, donde defendió los colores de Gimnasia entre 1969 y 1974. En el “Lobo” disputó 244 partidos y muchos coinciden en que allí mostró su mejor versión, ganándose el cariño eterno de la hinchada. Años más tarde, incluso vistiendo otras camisetas, fue recibido con aplausos cada vez que volvió al estadio Juan Carmelo Zerillo.
Tras su retiro en 1988, Gatti mantuvo su presencia en el mundo del fútbol como comentarista y panelista en medios, destacándose especialmente en el programa español “El Chiringuito”. Desde Madrid, su participación se volvió una cita habitual para los fanáticos del debate deportivo.
En 2020, su salud ya había generado preocupación cuando contrajo coronavirus en plena pandemia. Salió adelante con la misma energía con la que enfrentaba los penales y, fiel a su estilo, declaró con humor: “Me han matado en todos lados, pero yerba mala nunca muere”.
Esta vez, sin embargo, su cuerpo no resistió. Se fue un símbolo del fútbol argentino, un loco lindo que desafió moldes, que jugó con el alma y que se convirtió en leyenda.